13/9/11

La columna de Manu


Siento un enorme alivio y una gran felicidad por haber cumplido el objetivo después de sufrir, renegar y sentir un cansancio como pocas veces tuve en mi vida. No queríamos fracasar y sentimos todo el tiempo esa obligación de conseguir la clasificación. Después del complicado triunfo contra Puerto Rico, que nos dio el pase a Londres 2012, no pude evitar pensar en lo que hubiera sido quedarnos fuera de los Juegos en nuestra casa y tener que enfrentarnos con Dominicana por el tercer puesto. 
Cuando me cayó esa ficha, me saqué un gran peso de encima. Hubiera sido uno de los peores golpes de mi carrera. La verdad es que se sintió la presión y el esfuerzo de jugar tantos partidos durísimos seguidos. Provocó un gran desgaste, especialmente en mí. Creo que por eso no pudimos jugar tan bien y lucirnos. 
Por suerte, en el partido clave, contra Puerto Rico, encontré esa seguidilla de triples (creo que nunca metí seis consecutivos en un partido) que fueron decisivos. No encontraba cómo penetrar, me doblaban la marca o hacían zona y entonces empecé a probar desde afuera. Una vez que tomé confianza y sentí que estaba dulce ya ni me importó si tenía la marca encima o no, seguí tirando. Ya en la final me costó más entrar en ritmo ofensivo porque estaba exhausto, sin piernas, tuve un gran defensor enfrente como Alex y, además, me frustré con los árbitros. Sentí que me perjudicaban y empecé a jugar contra ellos, buscando que me pitaran alguna falta. Acepto que no estuve muy lúcido. Me sentí vacío y con mucho fastidio. 
Por eso hay que destacar más lo de Luis (Scola), que hizo como 60 puntos en los dos últimos partidos. No me sorprende, lo he visto anotar 40 en uno solo, pero cuando más trabado y difícil estaba el juego, él tuvo una eficacia tremenda. Nos dio vida. Y no hay que olvidarse de que hizo un gran sacrificio por recuperarse rápido de su operación en la rodilla. También hay que valorar la excepcional eficacia de Pablo (Prigioni), que fue muy importante. Sobre el cierre de la final metió uno que fue definitorio. Y más allá de esa buena cantidad de triples, creo que no hicimos nuestro juego, que fuimos bastante individualistas. Un aspecto por mejorar para Londres. Ahora el desafío es volver a jugar en equipo. Como fue siempre en nuestra historia. 
Yo creo que tanta presión de la gente nos llevó a esas ofensivas individuales, pero a la vez nos ayudó y empujó para sacrificarnos más en defensa. Igual fue sensacional el clima que se vivió en el estadio, con la gente cantando, con el himno, con nuestros familiares en las tribunas. Nosotros sabíamos que podía vivirse algo así y que no íbamos a poder golear y gustar, pero por momentos se nos hizo muy difícil ganar la clasificación. Aunque quisimos, fue imposible aislarse de ese ambiente. 
No quiero dejar de destacar el esfuerzo y la valentía de Chapu Nocioni, de querer darnos una mano con el tobillo roto y arriesgar tanto su físico. Habla de su compromiso. Creo que este equipo ya aprendió a sobreponerse a los golpes y las ausencias por lesiones. 
Recuerdo del título no me llevé ninguno, no es mi costumbre, lo más importante es que pudimos festejar mucho, con nuestra gente y que me voy con una medalla dorada y un reloj que nos regalaron a cada uno. Así que tengo una gran felicidad y ahora sólo pienso meterme en formol. En una cámara frigorífica para recuperarme. Las vacaciones las empezaré el 19, después de la carrera solidaria que estoy organizando para la Fundación en Bahía Blanca. Espero que vengan a participar. 
Fuente: Diario La Nación

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