Siempre es duro jugar por el tercer puesto, porque al margen del orgullo que se tenga por llegar lo más arriba posible todavía se mantiene intacto ese sabor amargo de haber quedado en el camino. En ese contexto, República Dominicana se llevó la medalla de Bronce luego de derrotar sin atenuantes a Puerto Rico 103 a 89.
Hubo solo un equipo en la cancha durante tres cuartos, y ese fue Dominicana, que se mostró con más ganas de jugar este partido. La diferencia se notó rápidamente: De la mano de sus tres jugadores principales, Francisco García, Jack Michael Martínez y Al Horford, los de John Calipari tomaron una diferencia inicial de 13-5.
Los quisqueyanos jugaban muy sueltos ante la poca resistencia que mostraba Puerto Rico. El jugador de los Sacramento Kings comenzó a castigar de larga distancia (2/2 en triples), al tiempo que Horford y Martínez se movían en la pintura como peces en el agua.
En el otro canasto Dominicana intercambiaba defensa zonal con hombre a hombre, y así logró sacarle ritmo a los boticuas. Puerto Rico intentó hacer de Daniel Santiago su “faro” para comenzar sus ofensivas, pero el pivot no estaba fino (0/3).Un ejemplo de cómo estaba Puerto Rico en el partido se vio a falta de 1:21 para el final del primer cuarto, cuando Flor Meléndez sacó a los cinco titulares al mismo tiempo.
En el segundo chico el trámite no varió. Dominicana jugaba a gusto, al tiempo que el lenguaje corporal de los jugadores boricuas no era el adecuado para este tipo de partidos. Su quinteto en cancha era Rodríguez, Mojica, Holland, Balckman y Santiago.
Los dirigidos por John Calipari llegaron a sacar 26 puntos de diferencia, por lo que su entrenador solo puso freno a las acciones un par de veces, primero cuando Santiago encestó cuatro puntos consecutivos, y luego en el momento en el que aparecieron los “chiquititos”, Barea y Arroyo, con una bandeja y un triple, respectivamente. Dominicana nunca había perdido el control del juego.
No obstante, en el tercer cuarto Puerto Rico acortó la brecha a 12 (80-68) en principio gracias a la actuación de su pivot: Santiago castigó en la zona pintada con 11 puntos, al tiempo que Arroyo s metió en el juego con otros 12 tantos; Alex Galindo estuvo certero detrás de la línea de tres (2/2). Dominicana tiró 7/11 de cancha, pero perdió 6 balones y se lo hicieron pagar con un cierre de 6-0 con el que los boricuas fueron con esperanzas a los 10 minutos finales.
Pero en el comienzo del último período los dominicanos enterraron cualquier mínima posibilidad a la cual Puerto Rico podría haberse aferrado. Sin apresurarse buscó sus tiros y los encontró: En primera instancia un triple de García, luego otro de Ronald Ramón y la buena putería de Horford a media distancia permitieron mantener la distancia (89-75).
Los de Meléndez hicieron un intento más, pero se vieron muy lejos de su rival en todo momento. Barea no ingresó en todo el último cuarto. La historia estaba definida.
Fuente: Pickandroll
Hubo solo un equipo en la cancha durante tres cuartos, y ese fue Dominicana, que se mostró con más ganas de jugar este partido. La diferencia se notó rápidamente: De la mano de sus tres jugadores principales, Francisco García, Jack Michael Martínez y Al Horford, los de John Calipari tomaron una diferencia inicial de 13-5.
Los quisqueyanos jugaban muy sueltos ante la poca resistencia que mostraba Puerto Rico. El jugador de los Sacramento Kings comenzó a castigar de larga distancia (2/2 en triples), al tiempo que Horford y Martínez se movían en la pintura como peces en el agua.
En el otro canasto Dominicana intercambiaba defensa zonal con hombre a hombre, y así logró sacarle ritmo a los boticuas. Puerto Rico intentó hacer de Daniel Santiago su “faro” para comenzar sus ofensivas, pero el pivot no estaba fino (0/3).Un ejemplo de cómo estaba Puerto Rico en el partido se vio a falta de 1:21 para el final del primer cuarto, cuando Flor Meléndez sacó a los cinco titulares al mismo tiempo.
En el segundo chico el trámite no varió. Dominicana jugaba a gusto, al tiempo que el lenguaje corporal de los jugadores boricuas no era el adecuado para este tipo de partidos. Su quinteto en cancha era Rodríguez, Mojica, Holland, Balckman y Santiago.
Los dirigidos por John Calipari llegaron a sacar 26 puntos de diferencia, por lo que su entrenador solo puso freno a las acciones un par de veces, primero cuando Santiago encestó cuatro puntos consecutivos, y luego en el momento en el que aparecieron los “chiquititos”, Barea y Arroyo, con una bandeja y un triple, respectivamente. Dominicana nunca había perdido el control del juego.
No obstante, en el tercer cuarto Puerto Rico acortó la brecha a 12 (80-68) en principio gracias a la actuación de su pivot: Santiago castigó en la zona pintada con 11 puntos, al tiempo que Arroyo s metió en el juego con otros 12 tantos; Alex Galindo estuvo certero detrás de la línea de tres (2/2). Dominicana tiró 7/11 de cancha, pero perdió 6 balones y se lo hicieron pagar con un cierre de 6-0 con el que los boricuas fueron con esperanzas a los 10 minutos finales.
Pero en el comienzo del último período los dominicanos enterraron cualquier mínima posibilidad a la cual Puerto Rico podría haberse aferrado. Sin apresurarse buscó sus tiros y los encontró: En primera instancia un triple de García, luego otro de Ronald Ramón y la buena putería de Horford a media distancia permitieron mantener la distancia (89-75).
Los de Meléndez hicieron un intento más, pero se vieron muy lejos de su rival en todo momento. Barea no ingresó en todo el último cuarto. La historia estaba definida.
Fuente: Pickandroll
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